Muslos de pollo al horno piel crujiente

Muslos de pollo al horno

Rociar el fondo de una fuente de horno con un chorrito de aceite de oliva y distribuir las rodajas de cebolla, una al lado de la otra, formando un lecho para el pollo. Disponer sobre las cebollas las ramitas de romero untadas con aceite de oliva, las hojas de laurel y los dientes de ajo cortados por la mitad. Rociar todo con 1 cucharada de aceite de oliva.

Colocar los muslos sobre este lecho e introducirlos en el horno para asarlos durante 10 minutos, hasta que la piel empiece a tomar un color dorado. Bajar la temperatura del horno a 180º C y dejar asar el pollo otros 20 minutos, hasta que la piel esté dorada y crujiente.

Muslos de pollo a la cerveza en el horno

Calentar bien una sartén y saltear los trozos de pollo por partes, empezando con la piel hacia abajo, hasta que estén bien dorados, darles la vuelta y cocinar también el otro lado, unos 5 a 8 minutos en total. Pasar a una fuente de horno grande y repetir con el resto del pollo.

Disponer los trozos de pollo, añadir los tomates, las cebollas y los dientes de ajo sin pelar. Espolvorear el romero restante por encima, rociar con unas gotas de aceite de oliva y una pizca de sal, especialmente los tomates y las cebollas, y hornear durante unos 35-45 minutos, hasta que el pollo esté cocido y los tomates y las cebollas dorados. Servir con arroz, verduras o una buena ensalada.

Cómo crujir la piel del pollo en el horno

Mientras se horneaba, pelé las patatas, las lavé y las corté en trozos grandes. Las dejé escurrir un poco y las puse en una ensaladera donde las sazoné con flor de sal, pimienta negra recién molida y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Pasados esos 40 minutos, saqué la fuente del horno, di la vuelta a las piezas, las removí un poco para que se hornearan por igual y la fuente volvió al horno otros 20 minutos. En total, fueron unos 80 minutos. A mí me gusta la piel crujiente, así que mientras esté blanca y blanda, la dejo en el horno, pero eso depende de los gustos. Para saber si tu pollo está cocido, clava un tenedor en la parte más gorda de la pieza, por ejemplo, el muslo: si sale un líquido sanguinolento, está crudo.

Muslos de pollo al horno con patatas

1. Muslo de pollo empanado: el pollo empanado está delicioso, ¿verdad? El pollo al horno sigue estando delicioso, ¡pero es aún más fácil de preparar! El secreto de esta receta es utilizar mayonesa y harina de maíz para que los muslos de pollo queden crujientes y secos.

2. Muslo de pollo asado con hierbas: sencilla de hacer, esta receta destaca por la frescura que aportan las hierbas al plato. Y la preparación es de lo más sencilla: mezclar los ingredientes, marinar y hornear.

4. Muslo de pollo encebollado al horno: pocos ingredientes, pocas preparaciones, casi nada de vajilla que lavar, comida bonita, olorosa y sabrosa. Quizá sea una receta perfecta. La cebolla es suave, dulce, el pollo dorado, crujiente por fuera y suave por dentro. Perfecto, ¿verdad?

13. Muslo de pollo a la cerveza: la sal, el ajo, la pimienta negra, el ketchup, el aceite de oliva y la cerveza dan al muslo de pollo un color dorado intenso y un sabor delicioso. Ideal para preparar cuando se quiere impresionar a amigos e invitados.

18. Muslo de pollo con salsa oriental: la salsa de soja, además de ser muy sabrosa, es un gran comodín para preparar pollo asado, porque además de dar sabor, proporciona un color dorado muy intenso. El jengibre y la miel completan el sabor y el sésamo aporta un toque crujiente.